Cuando se trata de manejar el peso, si queremos tener éxito, no podemos improvisar.
La Dra. Dawn Smiley-Byrd, endocrinóloga que trabaja en Atlanta, Georgia, dice que es fundamental contar con un plan sólido, diseñado junto con un médico y ajustado con el tiempo. Eso puede marcar la diferencia cuando las distracciones de la vida diaria nos alejan de nuestros objetivos de pérdida de peso. Incluso nuestro propio cuerpo, explica, puede interferir con esas metas.
La especialidad de la Dra. Smiley-Byrd se centra en las hormonas, y por eso las coloca en el centro de su trabajo con pacientes que desean perder peso. Las hormonas son clave para entender cómo nuestro cuerpo utiliza las calorías. Lamentablemente, cuando intentamos bajar de peso, nuestro cuerpo de cierto modo se rebela. A través de mecanismos biológicos complejos —que los médicos están comprendiendo cada vez mejor— nuestro cuerpo trata de aferrarse al peso perdido. La Dra. Smiley-Byrd señala que muchos de sus pacientes sienten que recuperan peso porque les falta fuerza de voluntad. Pero no se dan cuenta de que lo que ocurre tiene una explicación científica. “Existe un verdadero mecanismo fisiológico detrás de esto. Cada vez que perdemos peso, nuestro cuerpo trabaja en contra para volver a su peso anterior”, explica.
Cuando comenzamos a reducir nuestra ingesta de alimentos, ocurren tres cosas importantes. Primero, aumenta la grelina, una hormona que estimula el apetito. Al mismo tiempo, las hormonas que lo suprimen disminuyen gradualmente. “La grelina es una hormona muy poderosa, y eso nos lleva a querer comer más snacks, a sentir hambre.” En tercer lugar, nuestro metabolismo se vuelve más lento cuando reducimos calorías. Estas son estrategias naturales que tiene el cuerpo para protegerse en momentos en que detecta que hay escasez de comida. Cuando la Dra. Smiley-Byrd explica esto a sus pacientes, quedan impactados. “No solo sienten alivio, sienten sorpresa. Me dicen: ‘Wow, no sabía que eso estaba pasando en segundo plano’”, cuenta.
Por eso, recomienda tener un plan firme para contrarrestar estas fuerzas biológicas. Para ayudar a sus pacientes a armar ese plan, la Dra. Smiley-Byrd les pregunta qué están haciendo, qué les ha funcionado antes y qué no. También pregunta sobre los medicamentos que toman y los suplementos que usan. Les recomienda llevar un diario de alimentos y compartirlo con ella, ya que eso le permite detectar dónde se pueden hacer cambios. “Te sorprenderías de la cantidad de azúcar que podríamos reducir solo dejando de tomar uno o dos refrescos al día”, dice. Otro culpable habitual es el jugo de frutas, que “tiene muchas calorías y azúcar”, les recuerda. Una mejor opción es comer la fruta entera, que aporta fibra y reduce la velocidad de absorción del azúcar.
Así como el aumento de peso no ocurrió de la noche a la mañana, la pérdida de peso tampoco será inmediata —pero nuestras decisiones diarias sí pueden marcar la diferencia, si actuamos con intención. Estacionar un poco más lejos para caminar unos pasos más. Tomar las escaleras en lugar del ascensor. Levantarse del escritorio de vez en cuando —o usar un escritorio de pie— puede ayudarnos a movernos más durante el día. Son pequeñas acciones, pero si las mantenemos, con el tiempo se integran naturalmente a nuestro estilo de vida.
El aliado más fuerte para enfrentar los obstáculos biológicos que sabemos que se presentarán es nuestro médico.
“Cuando analizamos los datos a lo largo de los años, sabemos que los pacientes tienen mucho más éxito cuando trabajan junto a su profesional de salud. Así que ese sería el primer paso”, afirma la Dra. Smiley-Byrd. Para algunas personas, hablar con su médico sobre el peso puede ser un obstáculo en sí mismo. Ella lo entiende: puede ser intimidante sacar ese tema en la consulta. Por eso, planificar con anticipación hace la diferencia. “Una estrategia es practicar frente al espejo las preguntas que realmente quieres hacer”, sugiere.
También recomienda pedir una cita exclusivamente para hablar sobre el manejo del peso. Su receta: “Haz una cita solo para esta conversación, sin otros temas, de modo que puedas hablar con tranquilidad sobre tu peso, el camino que has recorrido y a dónde quieres llegar”. Al saber que el manejo del peso es el objetivo principal de esa visita, el médico podrá prepararse para abordar todas las opciones disponibles: desde la planificación de comidas y el ejercicio, hasta medicamentos o incluso cirugía si fuera necesario.
Lo más importante que la Dra. Smiley-Byrd quiere que sepas es que manejar tu peso sí es posible.
Hoy los médicos comprenden mejor cómo responde el cuerpo a los cambios en el estilo de vida y la alimentación, y pueden ayudar a los pacientes a prepararse para los retrocesos y superarlos. “Al final del día, sí requiere esfuerzo, pero quiero que la gente se sienta motivada y sepa que esto es alcanzable”, enfatiza. Formar una alianza con tu médico y diseñar juntos un plan puede marcar toda la diferencia.
La información médica en el sitio web de Mi Peso – ¿Qué Debo Saber? se proporciona solo como un recurso informativo. El contenido no tiene la intención de ser, ni debes depender de él como un sustituto de una evaluación médica profesional, diagnóstico, consejo y tratamiento.
