por Melinda D. Maryniuk, MEd, RD, CDE
La alimentación consciente se enfoca más en cómo comemos que en qué comemos. Consiste en estar completamente presentes y atentos al momento de comer. Muchas veces lo hacemos de forma automática o distraída: frente al televisor, de pie junto al refrigerador picando algo sin pensar, o comiendo por impulso solo porque vimos comida, sin tener realmente hambre.
Al comer conscientemente, es más fácil sentirnos satisfechos con menos cantidad. ¿Por qué? Porque realmente disfrutamos lo que comemos, en lugar de hacerlo de manera automática. Aquí te compartimos algunas estrategias prácticas para incorporar la alimentación consciente en tu vida diaria:
¿Qué puedes hacer para comer de forma consciente?
1. Observa tu comida antes de comer
Tómate un momento para mirar bien tu comida. Observa su apariencia, textura y aroma. Reflexiona sobre el recorrido que hizo hasta llegar a tu plato. Reconoce que estás a punto de nutrir tu cuerpo.
2. Crea un espacio especial para comer
Intenta comer tus comidas y refrigerios en un lugar fijo, como la mesa del comedor o la cocina. Evita comer de pie, en el auto o en diferentes rincones de la casa. Incluso si estás solo, puedes usar un mantel bonito o poner una vela: pequeños detalles que te inviten a estar presente.
3. Evalúa tu nivel de hambre
Antes de comer, califica tu hambre en una escala del 1 al 10 (1 = completamente lleno, 10 = con mucha hambre). La idea es comer cuando tu hambre está en un punto medio, entre 4 y 7, para evitar tanto comer sin hambre como comer en exceso por estar demasiado hambriento.
4. Evita distracciones
Apaga la televisión, guarda el celular y evita comer mientras trabajas o hablas por teléfono. Cuando estamos distraídos, es fácil perder el control de lo que comemos. Intenta tener una comida en completo silencio para ver cómo cambia tu experiencia.
5. No comas directamente de la bolsa
Si vas a comer papas fritas, frutos secos o galletas, evita hacerlo directamente del empaque. Sirve una porción en un plato, guarda el resto y siéntate a disfrutar. Esto ayuda a establecer límites y a estar más consciente de la cantidad que comes.
6. Come más despacio
Mastica cada bocado al menos 15 a 20 veces. Observa cómo cambia el sabor a medida que lo masticas. Comer despacio ayuda a mejorar la digestión y te da tiempo de notar cuando ya estás satisfecho. Para ir más lento, puedes usar palillos chinos o comer con la mano no dominante.
7. Haz pausas entre bocados
Después de cada bocado, deja los cubiertos y haz una breve pausa antes del siguiente. Este simple gesto puede ayudarte a reconectar con tus señales de saciedad y evitar comer de más.
La alimentación consciente no se trata de perfección, sino de prestar atención. Con práctica, se vuelve una herramienta poderosa para mejorar tu relación con la comida y cuidar tu bienestar a largo plazo.
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