por Paula Diaque Ballesteros, RD, CDCES
El sistema inmunológico es el encargado de defender a nuestro cuerpo contra infecciones, incluyendo bacterias y virus. Para que funcione correctamente, necesita equilibrio y armonía. No existe un solo factor que por sí solo mejore la inmunidad; en cambio, lo más efectivo es llevar un estilo de vida saludable de forma constante.
Hábitos que fortalecen tu sistema inmunológico
Mantener un sistema inmune fuerte depende de nuestros hábitos diarios. Estas son algunas recomendaciones clave:
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No fumar
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Llevar una alimentación rica en frutas y verduras
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Hacer ejercicio regularmente
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Mantener un peso saludable
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Moderar el consumo de alcohol (o evitarlo por completo)
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Dormir entre 7 y 9 horas cada noche
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Reducir el estrés
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Mantener buenas prácticas de higiene, como el lavado frecuente de manos y una correcta preparación de los alimentos
La importancia de la alimentación
Una buena nutrición es esencial para gozar de salud y prevenir infecciones. Se ha demostrado que las personas con desnutrición son más vulnerables a enfermedades.
Estos son algunos nutrimentos importantes para el sistema inmunológico:
Vitamina C
Estimula la producción de anticuerpos, mejorando la respuesta inmunológica. Puedes encontrarla en alimentos como cítricos, moras, melón, jitomate, pimiento y brócoli.
Vitamina D
Influye directamente en la función del sistema inmune. Se obtiene principalmente de la exposición al sol, pero también está presente en pescados grasos, huevo, leche y jugos fortificados.
Zinc
Es fundamental para el desarrollo y funcionamiento de las células inmunitarias. Se encuentra en la carne de res, mariscos, y en fuentes vegetales como frijoles, nueces y germen de trigo.
Betacarotenos
Estos pigmentos vegetales, fuente principal de vitamina A, ayudan a aumentar la cantidad y actividad de las células inmunológicas. Están presentes en alimentos como camote, zanahoria, espinaca, jitomate y brócoli.
El ejercicio también fortalece el sistema inmunológico
Practicar actividad física de forma regular no solo mejora la salud cardiovascular, controla el peso y reduce la presión arterial, sino que también favorece una buena respuesta inmune.
El ejercicio estimula una circulación saludable, lo cual permite que las células del sistema inmunológico circulen adecuadamente por el cuerpo y actúen con eficacia.
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